Epístola de Primera de Corintios IV
Capitulo Dos—Redención
Fred R. Coulter
Quiero terminar con esta sección acerca de la redención, I Corintios 1:30: “Pero ustedes son de Él en Cristo Jesús, Quien fue hecho sabiduría de Dios para nosotros—incluso justicia, y santificación, y redención.”
En lo que concierne a la sabiduría, déjenme recomendarles el libro de Proverbios, capítulos 1-8. Habla mucho acerca de la sabiduría y la instrucción y eso es parte de la Palabra de Dios.
¿Qué es lo más sabio que podemos hacer, pero que podría ser considerado como insensatez en el mundo? ¡Seguir a Dios! Eso es lo más sabio que podemos hacer todos los días, en un sentido literal. ¿Cómo aplicamos eso? ¡Siguiendo a Dios! Es lo más sabio que podemos hacer.
Cuando escuché algunos de los argumentos acerca de las carnes impuras por primera vez—sólo para darles un ejemplo—se escuchaban bastante bien; así pasa la primera vez que uno los escucha. Se escuchan lógicos y razonables, pero cuando descubrí que eso es realmente lo que Dios quiere que hagamos, dije ¡Está bien!
Yo iba a trabajar (cuando trabajaba en Sandy’s Kitchen—justo atrás de la Universidad de Stanford). Esto fue antes de que me bautizara, durante el tiempo en que estaba tratando de comprobar todas estas cosas. Me hacía un sándwich de tocino y tomate, todos los días. Era un buen chico, así que ¡lo freía hasta que se dorara! Pero cuando supe que no debía comerlo, no lo toqué. ¿Saben lo que descubrí por accidente más adelante? ¡Ya no eructaba toda la noche! Cuando comía ese sándwich de tocino, lechuga y tomate, eructaba durante las ocho horas que trabajaba. ¡Una cosa tan simple!
Es lo mismo con todos los mandamientos de Dios. Nos traen más sabiduría, más entendimiento que ir a la escuela y estudiar por siempre, ¡sólo siguiendo el camino de Dios!
Quiero cubrir un poco acerca de la redención. El Salmo 103 es maravilloso, especialmente si se encuentra un poco desanimado, triste y necesita algo de ánimo. Salmo 103:1: “Bendice al SEÑOR, Oh mi alma; y todo lo que está dentro de mí, bendiga Su santo nombre.” Es por esto que David era un ‘hombre conforme al corazón de Dios’, él amaba a Dios con todo su ser, con todo lo que estaba dentro de él.
Verso 2: “Bendice al SEÑOR, Oh mi alma, y no olvides todos Sus beneficios; Quien perdona todas tus iniquidades, Quien sana todas tus enfermedades, Quien redime tu vida de destrucción…” (versos 2-4). ¿Cuál es la destrucción final de la que somos redimidos? Obviamente, del Lago de Fuego; ya que ‘la paga del pecado es muerte.’ No sé cuántas veces hemos sido salvados de cosas que pasan en nuestra vida, solamente por la intervención de Dios.
“…Quien te corona con bondad y tiernas misericordias” (verso 4). Ahí está, Dios es Quien nos redime. Usted no puede tener redención en un hombre, porque el hombre no va a redimirlo, salvarlo o ayudarlo espiritualmente. Alguien podría ayudarlo y sacarlo de un auto en llamas; lo salvaría temporalmente. Pero ¡solamente Dios puede redimirlo! Especialmente cuando entiende que, redención significa traer de vuelta, comprar de nuevo, o reclamar.
Cuando Adán y Eva pecaron, toda la humanidad fue vendida al pecado—toda la humanidad, desde ese momento. Entonces Dios tuvo la responsabilidad de redimir a los seres humanos del pecado—de comprarnos de vuelta. De eso se trata la redención.
El Salmo 34 es otro muy bueno y cuando vuelva a estudiar esto, lea todo el Salmo. Salmo 34:22: “El SEÑOR redime el alma de Sus siervos; y ninguno de ellos quienes toman refugio en Él será condenado.”
Verso 4: “Busqué al SEÑOR, y Él me respondió, y me libró de todos mis temores.” Hay que pensar en eso. Si usted tiene temores, dudas, o cosas que le causen problemas o dificultades, Dios lo puede librar de todos sus temores. No dice
· Parte de ellos
· Los peores
· Los más grandes
· Los más pequeños
Dice ¡todos sus temores!
Verso 5: “Ellos miraron a Él y estaban radiantes, y sus caras no fueron avergonzadas. Este pobre hombre lloró, y el SEÑOR oyó, y lo salvó de todos sus problemas” (versos 5-6). Una redención realmente asombrosa, ¡de todos los problemas!
Verso 7: “El ángel del SEÑOR acampa alrededor de aquellos que Le temen y los libra. Oh gusta y ve que el SEÑOR es bueno…” (versos 7-8). Esto significa que el camino de la obediencia se vuelve parte de nuestro mismo ser, así como el comer. Usted ha probado de la Palabra de Dios. Eso no significa empezar a morderla, sino que usted ha ¡probado de la Palabra de Dios! ¿Cómo prueba de la Palabra de Dios y del camino de Dios? ¡Al hacer lo que Dios ha dicho! Así es como prueba de ella.
“…y ve que el SEÑOR es bueno; bendito es el hombre que toma refugio en Él. Oh teman al SEÑOR, todos ustedes santos, porque no hay nada carente para aquellos que Le temen. Los leones jóvenes carecen y sufren hambre, pero aquellos quienes buscan al SEÑOR no carecerán de ninguna cosa buena” (versos 8-10). Ahí está otra promesa.
Los medios han estado en un asunto sin solución, dicen: ‘Hagámonos cargo de los que no tienen hogar, y de los pobres.’ Pero nadie les ha dicho todavía cuál es el verdadero problema. No entienden la causa de ello, porque no se quieren someter a Dios. No quieren admitir que no se puede regir a una sociedad sin carácter moral, como está definido por los mandamientos de Dios. Toda esta falta de hogares es porque las personas han decidido cometer adulterio, fornicación, divorcio y todo ese tipo de cosas.
La Biblia dice que Dios no dejara que el justo sufra hambre o desnudez. Si pasa, es por un corto periodo de tiempo, o es un asunto de testimonio o corrección por sus propios problemas o dificultades que tengan. Tiene que ser una de esas razones.
Lo que deben hacer todos esos hombres, mujeres y niños que promulgaron, es que no haya divorcio. Entonces habría responsabilidad, ¿cierto? Tarde o temprano, van a volver a obtener todo. Claro, tenemos que cuidar del necesitado; sí, necesitamos cuidar de los que no tienen hogar; pero ¿Cómo se detiene? Cada reporte dice que este año es peor que el año pasado. ¿Por qué? ¡Porque las personas no tienen carácter moral!
Entremos en el Nuevo Testamento, y veamos con lo que fuimos comprados, o redimidos. Esto nos ayuda a apreciar y entender más acerca de Jesucristo—Hechos 20. Aquí, el apóstol Pablo se está despidiendo de estas personas, sabiendo que no los volverá a ver. Llamó a todos los ancianos y vino desde Mileto, desde Éfeso. Él ensayó lo que había estado haciendo y entonces les da una advertencia.
Hechos 20:28: “Por tanto presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño, entre el cual el Espíritu Santo los ha hecho supervisores, para alimentar a la iglesia de Dios…” En la tercera parte hablamos un poco acerca de lo que mantiene todo en el nivel apropiado:
1. Somos llamados de Dios
2. Todas las personas que Dios ha llamado le pertenecen a Él
Aquí, el apóstol Pablo está diciendo lo mismo: “…alimentar a la iglesia de Dios, la cual Él compró con Su propia sangre… [Ahí está el precio que fue pagado]…Porque sé esto: que tras mí partida lobos crueles entrarán entre ustedes, no escatimando el rebaño; y de entre sus mismos propios hombres se levantarán hablando cosas perversas para apartar discípulos tras ellos mismos. Vigilen, por tanto, recordando que por tres años no cesé de amonestar a cada uno noche y día con lágrimas. Y ahora los encomiendo, hermanos, a Dios y a la Palabra de Su gracia, la cual es capaz de edificarlos y darles una herencia entre todos aquellos que son santificados” (versos 28-32). ¡Muy interesante! Piense en este verso y analícelo palabra por palabra—es un verso muy revelador.
“…los encomiendo, hermanos, a Dios… [En lugar de solamente encomendar a hombres]…y a la Palabra de Su gracia… [Es por eso que la gracia es tan importante]…la cual es capaz de edificarlos… [La gracia y la Palabra de Dios edifican a una persona]…y darles una herencia entre todos aquellos que son santificados” (verso 32). Si tenemos el Espíritu de Dios, somos llamados santos. Este verso nos dice mucho. Así es como pueden cumplir el verso 28—prestando atención a sí mismos, para alimentar a la Iglesia y cuidar a las personas, no tomándose todo para sí mismos.
Colosenses 1:14: “En Quien tenemos redención a través de Su propia sangre, incluso la remisión de pecados.” Así es como son perdonados nuestros pecados. Anoten:
· Efesios 1:7—habla de cómo somos redimidos con la sangre de Cristo
· I Pedro 1:18-19
Esos hablan de ser redimidos con la sangre preciosa del Cordero de Dios—Jesucristo—no con plata y oro.
¿No es asombroso cómo se dieron vuelta las cosas? Recuerdo haber escuchado sermones en el pasado, en los que, para tener un corazón correcto, usted tenía que dar. Entre más daba, mejor estaba su corazón. Eso es redención por plata y oro. De nuevo, midiendo cosas por medios físicos. ¡Usted no logra metas espirituales por medios físicos! Incluso recuerdo cuando se les instruyó a los ministros que les dijeran a las personas: usted dé, incluso si tiene que tomar ayuda del gobierno. Yo le dije eso a una persona una vez y ¡después me di cuenta de lo mal que estaba! Nunca se lo volví a decir a nadie.
Pero ellos en verdad decían: ‘Usted dé primero, segundo y tercer diezmo, incluso si tiene que pedir ayuda y estampillas de comida al gobierno. Usted dé a la iglesia, eso es más importante.’ ¡Eso significa que la salvación está comprada! ¡La redención está comprada con la sangre de Cristo! ¡No hay nada más que va a redimirlo! Porque:
· ¿Qué tal si usted estuviera completamente pobre?
· ¿Qué tal si viviera en una sociedad en la que no se negocia con dinero?
· ¿Entonces qué hace?
· ‘No les vamos a predicar a ellos, porque no pueden dar nada de dinero.’ ¡NO!
Ahora vamos a I Corintios y repasaremos todo el capítulo dos. I Corintios 2:1: “Y yo, hermanos, cuando vine a ustedes, no vine con superioridad de palabras o de sabiduría, en proclamar el testimonio de Dios a ustedes. Pues decidí no saber de nada entre ustedes excepto a Jesucristo, y a Éste crucificado” (versos 1-2). Quiero que entendamos el tema a través de todos los escritos del apóstol Pablo y a través del libro de I Corintios; cómo es que él siempre regresa a Jesucristo y Este crucificado. Y vuelve a la redención y a ¡confiar en Dios!
Verso 3: “Y yo estaba en debilidad y en temor y en mucho temblor cuando estaba con ustedes; Y mi mensaje y mi predicación no fue en palabras persuasivas de sabiduría humana; más bien, fue en demostración del Espíritu y de poder” (versos 3-4). ¿Qué sucede cuando escucha a alguien que está hablando con el Espíritu de Dios inspirándolo? Tiene cierta penetración en su mente, de una manera muy poderosa, que ningún otro tipo de discurso hace.
Sólo ver a Hitler hablar es repulsivo, pero a través de ese poder, él fue capaz de engañar a todos los alemanes para hacer lo que hicieron.
Sólo imagínense al apóstol Pablo—al parecer no era muy alto, aparte tenía una enfermedad en su ojo, que no lo hacía ver muy presentable—y viene a esta sociedad sofisticada en Corinto y él no habla la sabiduría de hombres; no habla elocuentemente, sino que predicaba en una demostración del Espíritu y ¡el poder de Jesucristo crucificado!
Verso 5: “Para que su fe pudiera no ser en la sabiduría de hombres, sino en el poder de Dios.” Noten cómo él seguía señalando a las personas a que siguieran a Cristo y a Dios, ¡siempre!
Verso 6: “Ahora nosotros… [Cuando se refiere a nosotros, habla de sí mismo y de Timoteo, Tito y aquellos ministros en la Iglesia en Corinto]…hablamos sabiduría entre los maduros espiritualmente…” ‘teleiois’; podemos tener perfección en esta vida:
· Al seguir a Dios
· Al dejar que el Espíritu Santo nos guie
· Al dejar que Cristo sea perfecto en nosotros
¡Cristo en nosotros, en perfección! A eso es a lo que se refiere.
“…sin embargo, no es la sabiduría de este mundo…” (verso 6). He escuchado tantas veces a ministros mezclar la psicología en la Palabra de Dios, pero ¡no funciona! ‘¿Quién dijo que no hay ‘tal cosa como un psicólogo cristiano’ porque no se pueden mezclar ambas cosas?’ ¡Jimmy Swaggart dijo eso! Sólo de vez en cuando dice algo que es correcto.
“…ni de los gobernadores de este mundo, quienes están llegando a nada. Más bien hablamos… [Los ministros de Dios, particularmente el apóstol Pablo]…hablamos la sabiduría de Dios en un misterio…” (versos 6-7). Como cualquier misterio, hay una simple solución; es igual con el misterio de Dios. Está basado en el arrepentimiento, la fe y el amor. Así es como uno entiende y eso descubre el misterio. Las personas pueden buscar en la tierra—del polo norte, al polo sur—buscando la ‘fuente de la juventud’ y nunca la encontrarían. ¡Está en el misterio!
“…incluso la sabiduría escondida que Dios pre-ordenó antes de los siglos hacia nuestra gloria” (verso 7). Esa es una fuerte declaración, ¿Cierto? Cubriremos un poco acerca de la gloria que será revelada en nosotros.
Verso 8: “La cual ninguno de los gobernadores de este mundo ha conocido… [No la entendieron]… (Porque si hubieran sabido, no habrían crucificado al Señor de gloria).” Esa declaración es una de las contradicciones imposibles. Jesús tuvo que morir por causa del pecado, pero Pablo también está diciendo que para los seres humanos, es imposible saber o entender algo acerca del camino de Dios por su propia sabiduría y por su propia educación.
(Ir a la siguiente pista)
Verso 9—aquí hay un verso clave, iniciando la sección clave: “Pero de acuerdo a como está escrito, “El ojo no ha visto, ni el oído ha oído, ni han entrado al corazón del hombre, las cosas que Dios ha preparado para aquellos que lo aman.’” Esa es una declaración profunda y fantástica. ¿Podemos pensar en otro verso que se conecta con esto, que Dios tiene para aquellos que Lo aman?
Romanos 8:28: “Y sabemos que todas las cosas trabajan juntas para el bien de aquellos que aman a Dios, para aquellos que son llamados de acuerdo a Su propósito.” Todo está basado en el amor.
Noten cómo el apóstol Pablo está preparando el ambiente para I Corintios 3, porque los capítulos 3-5—especialmente el capítulo 5—no son lo que se llamaría agradable, pero son necesarios. Noten lo que está haciendo: Él está señalando:
· A Cristo
· A la redención
· A la salvación
· A la justicia
· A la perfección
· A la crucifixión
· Al amor de Dios
¡Todos esos! Esas son cosas que nos dan la fuerza para poder avanzar en Cristo. ¡Es difícil!
Es como cuando Job estaba sentado ahí, cubierto de forúnculos de pies a cabeza, tan mal, que tuvo que romper una olla y raspárselos. Lo rondaban las moscas y sus tres amigos le decían ‘Job, sabes que Dios no le hace esto a alguien que no peca.’
Entonces Job les dice, ‘Ustedes cabezas duras, ¡yo no he pecado!’ Tenían todos estos ataques verbales. Cuando uno se encuentra en una situación así, siempre hay alguien que te lo recuerda; lo sé porque me ha pasado. A veces, es tan difícil como lo que acabo de describir con Job y sus tres amigos. Siempre dicen, ‘Todas las cosas son para bien para aquellos que son llamados y amados por Dios.’ ¡Es absolutamente cierto! ¡Nunca falla! Todo ayuda para bien, siempre es así, ¡SI usted ama a Dios!
Dios ha preparado algo para nosotros, que usted no puede ver, excepto en los ojos de su mente, como se lo revela el Espíritu de Dios; que usted no ha escuchado, a menos que escuche las palabras de Dios. I Corintios 2:9 “…ni han entrado al corazón del hombre, las cosas que Dios ha preparado para aquellos que lo aman.” Este es un verso clave.
Verso 10: “Pero Dios nos las ha revelado por Su Espíritu…” ¿Quiénes son? Está hablando en un sentido ministerial. Claro que esto tiene que ser templado con algo que es muy importante entender. Es, que si hay un ministro que no es enviado de Dios, él no va a enseñar esto, porque no le ha sido revelado.
Esa es otra manera en que puede diferenciar a un lobo de una oveja. Pongámoslo de otra manera: La Biblia dice que para el discípulo es suficiente ser como el maestro. Pero, ¿Qué sucede cuando los discípulos—los que están aprendiendo—saben más que el maestro? Sé de casos en los que ha pasado. Conozco casos en los que miembros de la iglesia sabían más y entendían más que el que se supone es el ministro, para enseñarles. Ven la contradicción que surge.
También he visto a aquellos que saben menos y usan las Escrituras para oprimir a las personas.
Cuando repasa todo esto, el apóstol Pablo—aunque diga nosotros—no está oprimiendo en ninguna manera. Sino que él está aclarando que “…Dios nos las ha revelado…” ¡Para enseñarles a ustedes!
“…por Su Espíritu, porque el Espíritu examina todas las cosas—incluso las cosas profundas de Dios” (verso 10). Conectemos esto con el Espíritu Santo. Quiero que vean el paralelo de cómo encaja esto. Vamos a hablar de las cosas que Dios va a hacer por nosotros, ‘que ojo no ha visto, ni el oído ha oído, ni han entrado al corazón del hombre, las cosas que Dios ha preparado para aquellos que lo aman.’
Juan 14:23: “Jesús respondió y le dijo, ‘Si alguno Me ama… [Aquí, tenemos el amor, después lo conectaremos con el Espíritu y con el aprendizaje. Todas estas cosas van de la mano]…guardará Mi palabra; y Mi Padre le amará, y Nosotros vendremos a él, y haremos Nuestra morada con él. Aquel que no Me ama, no guarda Mis palabras; y la palabra que ustedes escuchan no es Mía, sino del Padre, Quien Me envió. Yo les he hablado estas cosas mientras estoy aun presente con ustedes. Pero cuando el Consolador venga, el Espíritu Santo…” (versos 23-26).
Noten que primero hablamos de amar a Dios, después hablamos del Espíritu Santo. Ven cómo siguen; uno sigue al otro. ¿No es asombrosa esa secuencia?
“…el cual el Padre enviará en Mi nombre… [¿Qué hará?]…ese les enseñará todas las cosas, y les traerá a su memoria todas las cosas que les he dicho” (verso 26).
I Corintios 2:10: “Pero Dios nos las ha revelado… [¿Qué ha revelado Dios? ¡Las cosas que Él está preparando para aquellos que lo aman!] (Y es):…por Su Espíritu, porque el Espíritu examina todas las cosas—incluso las cosas profundas de Dios.” Para que esto se pueda entender, usted tiene que amar a Dios y después usted tiene que ceder a Su Espíritu Santo, entonces estas cosas serán reveladas. ¡No hay nada que usted pueda hacer!
Tengo algunos comentarios que reviso de vez en cuando, para ver lo que distintas personas han estudiado. Muy raramente uso algo de ellos para basar algún sermón, porque aunque la mayoría de ellos han estudiado la Biblia la mayor parte de sus vidas aun así, un buen número de ellos son ateos.
¿Se pueden imaginar tratando de entender la Palabra de Dios, pero no cree en Dios y cree que Su Palabra no sirve para nada? Uno diría, ‘¿Por qué debería estudiar la Biblia? ¡Es tonta!’ Por lo tanto, ¡ellos no aprenden nada! El Espíritu de Dios se activa si usted ama a Dios y entonces el Espíritu Santo va a revelar estas cosas. Sí, ‘¡Las cosas profundas de Dios!’
Pienso que, desde que hemos estado juntos como grupo, Dios nos ha ayudado a entender más y más. ¡Toda la gloria va a Dios! ¡Nosotros no podemos tomarla! Yo no puedo tomarla, lo único que puedo decirme es, ‘¿Qué te tomó tanto tiempo?’ Porque conlleva:
· Amar primero
· El Espíritu Santo enseñando y buscando
Verso 11: “Porque ¿Quién entre los hombres entiende las cosas del hombre excepto por el espíritu del hombre el cual está en él? En la misma manera también, nadie entiende las cosas de Dios excepto por el Espíritu de Dios.” ¡Tiene que venir de Dios!
He visto a personas que han dejado la Iglesia—especialmente ministros—y cuando le dan la espalda a Dios, pierden todo el entendimiento de todo lo que tienen. No todo a la vez, sino que se va, paso a paso. He visto la misma situación, cuando tratan de mantener una apariencia de ser ministros, pero traen sus propias teorías no bíblicas y tratan de encajarlas en lo que las personas deberían hacer y creer. ¡Lo he visto! Hay que recordar eso, hermanos.
¿Ese es el pecado imperdonable? Si continúan en esa actitud hasta la muerte, ¡podría serlo! No sé cómo van a reaccionar algunas personas cuando empiecen a suceder todas estas cosas. Veremos en I Corintios 3, que puede haber algo de esperanza para ellos. Cristo no los pierde. ¿Cómo explica la Escritura de que ‘Él no pierde uno’? Cristo no los pierde. Si usted pierde su salvación, usted mismo la ha perdido, porque Cristo está ahí para asegurarse de que usted se salve. Cristo no ha perdido, el individuo es el que ha perdido; él se rinde.
Tiene que ver con la actitud. Si una persona rechaza a Dios por completo, de una manera maliciosa, ¡Dios les va a advertir! Nadie se va a burlar de Dios. En cada vuelta, tienen la oportunidad de arrepentirse, pero depende de su actitud y perseverancia.
Verso 12: “Entonces no hemos recibido el espíritu del mundo…” Esta es exactamente la misma palabra para el Espíritu Santo, ‘pneuma.’ La palabra ‘pneuma’ es espíritu. Hay un espíritu de este mundo y claro que ese no viene de Dios.
“…sino el Espíritu que es de Dios, para que pudiéramos saber las cosas graciablemente dadas a nosotros por Dios” (verso 12). ¿Cómo lo sabemos? Por revelación a través del Espíritu, ¡que también está basado en amar a Dios! Esa es la única manera en que va a venir. No se trata del intelecto, porque dice, ‘Dios no llamó a muchos sabios.’ No se trata de un título, o de quien sea usted, porque dice que ‘Dios no ha llamado a muchos nobles.
¡Dios ha llamado a los insensatos! ¡Esos somos nosotros! Pero nosotros podemos saber las cosas de Dios. ¡Piensen en eso un momento! ¡Piensen en la gran contradicción que va a ser esto para el mundo! Aquellas personas como nosotros, dondequiera que esté el pueblo de Dios, ¡serán los que sepan! Me recuerda a los astrónomos, entre más miran hacia el universo, más se asombran. Ellos no entienden nada más que de números y matemáticas. No sé cuándo se va a parar uno de ellos y proclamar que Dios tuvo que crear todo esto.
Incluso con todo su trabajo y aunque algunos de ellos tienen las mentes más fantásticas en el mundo, ¡aún no han encontrado a Dios! Es asombroso— ¿no es así? Lo que va a pasar, es que cuando todo se sepa plenamente, ellos en su propia vanidad nos van a mirar con altanería y nos dirán, ¿Cómo sabían? Pues no viene de sabiduría humana, ¡viene de Dios!
Verso 12: “Entonces no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para que pudiéramos saber las cosas graciablemente dadas a nosotros por Dios, tales cosas también hablamos, no en palabras enseñadas por sabiduría humana, sino en palabras enseñadas por el Espíritu Santo…” (versos 12-13). Toda esa sección se conecta con lo que leímos en Juan 14.
“…para comunicar cosas espirituales por medios espirituales. Pero el hombre natural…” (verso 13). La palabra griega para alma es ‘psuche’ de la cual tenemos la palabra psicólogo, psíquico. La palabra natural es ‘phusikos’—que viene de la palabra ‘psuche.’ Esto nos ayuda a entender que hay una diferencia entre el cuerpo, el alma y el espíritu. Pero también nos dice que el hombre natural, sólo con el espíritu del hombre en él, no puede recibir las cosas del Espíritu de Dios. ¡No puede! ¡Es imposible! ¿En qué confían las personas carnales? ¡En psíquicos y todo ese tipo de cosas!
“…el hombre natural no recibe las cosas del Espíritu de Dios; porque son tonterías para él, y no puede entenderlas porque son discernidas espiritualmente” (verso 14). ¡No hay otra manera de entenderlas! “…son discernidas espiritualmente.”
La mejor manera en que puedo explicarles eso, y estoy seguro que lo han experimentado es con este ejemplo: Están tratando de seguir a Dios; quieren hacer lo correcto; están estudiando Su Palabra, y algo sucede en sus mentes. ¡De pronto, todo tiene sentido! Ese es el Espíritu de Dios trabajando con su mente, para revelarle a través de medios espirituales, lo que eso significa. No es algo que se pueda hacer en el salón de clases, donde todo es rutinario. No se puede hacer, ¡es discernido espiritualmente!
Verso 15: “Sin embargo, aquel quien es espiritual discierne todas las cosas, pero él mismo no es discernido por nadie… [Obviamente, eso habla de ningún hombre en el mundo]…Porque, ¿Quién ha conocido la mente del Señor? ¿Quién lo instruirá? Más nosotros tenemos la mente de Cristo” (versos 15-16). Ese ‘nosotros’ se vuelve a referir al ministerio. En este caso, la Iglesia era nueva.
¿Recuerdan algunas de las cosas que el apóstol Pablo les dijo que hicieran? Filipenses 2:5: “Esté esta mente en ustedes, la cual estuvo también en Cristo Jesús.” Eso es a lo que deben crecer cuando el apóstol Pablo dice que nosotros tenemos la mente de Cristo.
Déjenme mostrarles de dónde obtenemos el ‘nosotros.’ I Corintios 3:1: “Y, yo, hermanos, no fui capaz de hablarles como a aquellos que son espirituales… [Aun no habían crecido en Cristo]… sino como a aquellos que son carnales—inclusive como a bebes en Cristo. Les di leche para beber, y no carne; porque ustedes no eran todavía capaces de recibir carne espiritual; ni tampoco son capaces ahora, porque ustedes son todavía carnales” (versos 1-3).
Hay muchas personas que tratan de edificar buenas organizaciones, con cosas buenas de la naturaleza humana. Estaba hablando con algunos hombres y uno de ellos dijo, ‘Yo no soy particularmente religioso, pero los mormones son buenas personas. Ellos no permiten que ninguno de sus miembros reciba ayuda del gobierno. Yo dije, ‘no estoy de acuerdo contigo. Yo era pastor en Salt Lake City y ellos tenían a sus segundas esposas en programas de ayuda del gobierno. Hay muchas de ellas y están enlistadas como viudas.’ Pero la manera en que ellos se salen con la suya y no tienen que reportarlo, es porque los mormones trabajan en el gobierno. Esta es información de los que están en el sistema.
En Utah, hay más mujeres que no están en el nivel de pobreza, que las mujeres que se encuentran seccionadas, pidiendo ayuda del gobierno para sus niños. El tipo con el que hablaba me dijo, ‘estás hablando falsamente.’ ¡No es así! Hasta salió en la televisión, de las poligamitas en el norte de Arizona. Él dijo, ‘No, eso no está bien.’
Es un buen ejemplo de la bondad carnal. ‘Yo pienso que esto es correcto, pienso que aquello es bueno…’ Simplemente cedí y dije, ‘Como sea.’ Los mormones probablemente cuidan mejor de los suyos, que muchas iglesias. Me enseñó una lección: uno no puede venir con la Verdad contra la ‘bondad carnal.’ Solamente miren lo que hacen con la Navidad.
Si usted se parara en frente de las tiendas y dijera, ‘la Navidad es malvada y en contra de Dios y Cristo no nació en esa fecha. Todos ustedes que están comprando son codiciosos, lujuriosos, pecadores y perversos.’ ¡Cuidado! ¡Llamarían a la guardia nacional! ‘Y más aún, puedo probarlo en la Biblia.’ Después, cuando usted se calmara y hablara de manera racional, ellos dirían ‘Bueno, mira todo el bien que hace. Los niños se divierten, las familias se reúnen. Todos se divierten mucho y es lindo.’
Hacen todo tipo de cosas ‘buenas’: alimentan a los pobres, sacan a las personas de las calles. Tienen todo tipo de caridades, tienen las canciones navideñas. Incluso los adventistas del séptimo día cayeron en su propio argumento: ‘nosotros no guardamos navidad como los paganos, solamente lo hacemos como algo familiar.’ Bueno, ¿Qué hay de traer el árbol a la casa? ‘¿Qué tiene de malo traer un árbol a la casa?’ ¿Ven cómo entran en todo esto el razonamiento y la bondad carnal?
Es por esto que la Iglesia en Corinto estaba sufriendo mucho. En lugar de mirar hacia Cristo, amar a Cristo y amar a Dios, ellos estaban mirando hacia hombres y su propia bondad carnal. Después de todo, uno dijo ‘Si puedo hablar en una lengua, debe ser porque soy justo.’ Otro dijo, ‘He tenido visiones y revelaciones.’ Otro dice, ‘puedo cantar una canción.’ (Pueden leer eso en I Corintios 12, 14). Es por eso que el capítulo del amor está ahí (I Corintios 13). Pablo dijo, ‘Yo les enseñaré un camino más excelente.’ No con toda esta ‘bondad carnal.’
Así es como se construyen organizaciones y así es como se edifican cosas carnales. ¿Qué sucede cuando empieza a construir una iglesia de esa forma? Entonces termina con todos los problemas carnales que ellos tenían en esta iglesia. Pienso que es por eso Dios preservó las cartas a los Corintios, para que pudiéramos entender eso. Pienso que podemos ser capaces de entender esto un poco más, ahora que entendemos lo que hacemos acerca de la naturaleza humana.
Escrituras Citadas:
1) I Corintios 1:30
2) Salmo 103:1-4
3) Salmo 34:22, 4-10
4) Hechos 20:28-32
5) Colosenses 1:14
6) I Corintios 2:1-9
7) Romanos 8:28
8) I Corintios 2:9-10
9) Juan 14:23-26
10) I Corintios 2:10-16
11) Filipenses 2:5
12) I Corintios 3:1-3
Escrituras mencionadas, no citadas:
· Proverbios 1-8
· Efesios 1:7
· I Pedro 1:18-19
· I Corintios 12-14